
La investigación en torno al presunto secuestro y las posibles agresiones sexuales sufridas por la joven de 24 años rescatada por la policía tras cinco días en paradero desconocido siguen en la misma dirección. La policía está convencida de que Irene Ayllón fue retenida contra su voluntad desde prácticamente el mismo día de su desaparición, cuando fue atrapada en el Parque de Huelin y que desde allí fue trasladada hasta uno de los pisos ocupados por los detenidos en un edificio de nueva construcción abandonado en la calle Marqués de Valdeflores, junto a Héroe de Sostoa. Ese piso, un tercero orientado al este, suma ya al menos dos sesiones para reconstruir los hechos. Una la tarde de la liberación y otra ayer entre las 12.45 y las 13.50 horas. Esta última tuvo mayor relevancia puesto que a la llegada inicial del juez que se ha hecho cargo del caso, el secretario judicial y los responsables del Grupo de Homicidios se sumaron minutos después agentes de la Policía Científica y algunos de los siete detenidos, entre ellos una mujer. Todos fueron sorprendidos y detenidos en la vivienda en el momento de la liberación de Irene. Durante los registros, los agentes intervinieron numerosos objetos a fin de que aporten datos concluyentes a la investigación.
Según fuentes cercanas al caso, la comitiva trabaja a destajo para reconstruir al minuto el tiempo y las condiciones en las que la chica estuvo en esa vivienda en la que supuestamente fue agredida, cuántas veces y por quiénes. Las mismas fuentes apuntaron que las sospechas de los investigadores se basan fundamentalmente en la detallada declaración que la víctima aportó a los agentes la misma tarde que fue liberada. A pesar de que la víctima no presentaba los signos propios de las agresiones sexuales, los agentes no las descartan porque la ausencia de lesiones podrían estar justificadas por la falta de resistencia, ya sea por amenazas o por su leve discapacidad, ya que según la familia sufre un «retraso madurativo». Este aspecto también podría influir en la percepción temporal de Irene, que al parecer declaró haber estado menos tiempo retenida de lo que la policía realmente cree. En todo caso, el hecho de que sufra ese retraso da más valor a su propia declaración, según las fuentes.
En la exploración que exige el protocolo de las agresiones sexuales que se le realizó en Carlos Haya, las fuentes apuntaron que los médicos le hallaron algún moratón y que la vieron bastante delgada. Sobre los detenidos, que según fuentes policiales acumulan una larga lista de antecedentes delictivos, estaba previsto que comenzaran a declarar uno por uno durante la jornada de ayer.
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