Málaga es un excelente lugar para vivir. A ratos. La mejora de la ciudad en los últimos veinte años viene avalada por los índices que elabora el Observatorio del Medio Ambiente Urbano (OMAU), una completa radiografía de la ciudad que pone sobre la mesa la calidad de vida actual y su evolución desde 1995. Pero también lo compara con los índices establecidos por la Agenda 21, unos parámetros que señalan los mínimos para alcanzar un estándar de vida sostenible.
La incidencia de la crisis es fundamental a la hora de interpretar los datos, ya que representa una ruptura con sus aspectos positivos y negativos. Entre los beneficios aportados está la caída de la circulación diaria, lo que ha retirado de las calles casi 300.000 vehículos diarios de media, y un trasvase al transporte público, que mantiene un crecimiento casi continuado desde 2004.
En esto influye la mejora de ciertas infraestructuras. Los carriles bici han pasado de ser accesibles (a menos de 300 metros) al 6% de la población en 2008 al 32% en 2011. Además, el 93% de la población tiene una parada de autobús a menos de 300 metros, los carriles bus se han triplicado desde 2004 y las calles peatonalizadas ya suponen casi el 9% del total de la ciudad. Esto se une a un menor uso del coche privado, que todavía acumula el 42% de los trayectos diarios cuando el ideal es que se quede en la mitad.
Parte de este peso del vehículo privado se explica por la escasa densidad de la población. El exceso de construcción entre 2002 y 2008 ha extendido la ciudad, alejando a la población de los núcleos neurálgicos y servicios ciudadanos, obligando a más desplazamientos.
Afortunadamente esta tendencia se ha frenado por la crisis, que al hundir la construcción de nuevas viviendas ha aumentado el peso de las VPO sobre las viviendas libres.
Los aspectos medioambientales son los que más carencias representan. Las zonas verdes han crecido hasta los 7 metros cuadrados por habitante, pero lejos de los 10 metros exigidos. Además, el ruido sigue siendo excesivo, superando en 5 decibelios los máximos diurnos y nocturnos recomendados. Eso sin olvidar que el reciclaje sigue siendo bajo, afectando al 58% de los residuos, cuando lo recomendado es el 80%.
Faltan mujeres en puesto de dirección y subvenciones a ONG
Hay pocas mujeres en los puestos directivos del Ayuntamiento de Málaga, un terreno que por ahora sigue siendo un coto mayoritariamente masculino. Sólo uno de cada cuatro puestos claves del Consistorio está ocupado por una mujer, una cifra que está lejos del equilibrio ideal. No obstante, los datos de los indicadores de la Agenda 21 –realizados por el OMAU– muestran un constante crecimiento de la presencia de la mujer en estos puestos, pasando del 21,4% en 2008 al 25% del año 2011.
El gobierno de la ciudad también tiene que mejorar su gestión, como con las subvenciones, que por la crisis cayeron en 2011 a 3,2 euros por habitante, frente a los 3,9 euros que se alcanzaron en 2009 y que marcó un máximo histórico. Más positiva es la evolución presupuestaria, que cada vez ajusta más el presupuesto al capital real disponible, con un desvío de sólo el 3,2% en 2011, frente al 13,5% en 2010, debido al plan de ajuste y la limitación para recurrir a créditos.
La incidencia de la crisis es fundamental a la hora de interpretar los datos, ya que representa una ruptura con sus aspectos positivos y negativos. Entre los beneficios aportados está la caída de la circulación diaria, lo que ha retirado de las calles casi 300.000 vehículos diarios de media, y un trasvase al transporte público, que mantiene un crecimiento casi continuado desde 2004.
En esto influye la mejora de ciertas infraestructuras. Los carriles bici han pasado de ser accesibles (a menos de 300 metros) al 6% de la población en 2008 al 32% en 2011. Además, el 93% de la población tiene una parada de autobús a menos de 300 metros, los carriles bus se han triplicado desde 2004 y las calles peatonalizadas ya suponen casi el 9% del total de la ciudad. Esto se une a un menor uso del coche privado, que todavía acumula el 42% de los trayectos diarios cuando el ideal es que se quede en la mitad.
Parte de este peso del vehículo privado se explica por la escasa densidad de la población. El exceso de construcción entre 2002 y 2008 ha extendido la ciudad, alejando a la población de los núcleos neurálgicos y servicios ciudadanos, obligando a más desplazamientos.
Afortunadamente esta tendencia se ha frenado por la crisis, que al hundir la construcción de nuevas viviendas ha aumentado el peso de las VPO sobre las viviendas libres.
Los aspectos medioambientales son los que más carencias representan. Las zonas verdes han crecido hasta los 7 metros cuadrados por habitante, pero lejos de los 10 metros exigidos. Además, el ruido sigue siendo excesivo, superando en 5 decibelios los máximos diurnos y nocturnos recomendados. Eso sin olvidar que el reciclaje sigue siendo bajo, afectando al 58% de los residuos, cuando lo recomendado es el 80%.
Faltan mujeres en puesto de dirección y subvenciones a ONG
Hay pocas mujeres en los puestos directivos del Ayuntamiento de Málaga, un terreno que por ahora sigue siendo un coto mayoritariamente masculino. Sólo uno de cada cuatro puestos claves del Consistorio está ocupado por una mujer, una cifra que está lejos del equilibrio ideal. No obstante, los datos de los indicadores de la Agenda 21 –realizados por el OMAU– muestran un constante crecimiento de la presencia de la mujer en estos puestos, pasando del 21,4% en 2008 al 25% del año 2011.
El gobierno de la ciudad también tiene que mejorar su gestión, como con las subvenciones, que por la crisis cayeron en 2011 a 3,2 euros por habitante, frente a los 3,9 euros que se alcanzaron en 2009 y que marcó un máximo histórico. Más positiva es la evolución presupuestaria, que cada vez ajusta más el presupuesto al capital real disponible, con un desvío de sólo el 3,2% en 2011, frente al 13,5% en 2010, debido al plan de ajuste y la limitación para recurrir a créditos.
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