Málaga ha multiplicado por seis las zonas verdes disponibles para los ciudadanos en 17 años, alcanzando los 7 metros cuadrados por habitante en 2012. Esta cifra muestra el profundo cambio vivido por la ciudad desde 1995, cuando se hizo el primer cálculo de parques disponibles con 1,3 metros cuadrados por habitante.
El crecimiento en zonas de esparcimiento ha sido constante desde entonces. Sólo entre 2011 y 2012 se pasó de 6,86 a 7 metros cuadrados por habitante, según recogen los indicadores de sostenibilidad del Observatorio del Medio Ambiente Urbano (OMAU), presentados ayer. Este estudio de la ciudad también marca que todavía está lejos la meta de 10 metros cuadrados por habitante que establece como el mínimo necesario por la Organización Mundial de la Salud (OMS). De hecho, el gerente del OMAU, Pedro Marín, reconoció que esta cifra se alcanzará en 2020, siguiendo con el actual nivel de incremento de espacios verdes.
La concejala de Medio Ambiente, Ana Navarro, destacó que en los últimos años se ha hecho un esfuerzo importante por incrementar el número de zonas de ocio y esparcimiento en la ciudad, consiguiendo además que el 95% de la población esté a menos de 300 metros de uno de estos puntos. «Es muy importante que cualquier ciudadano pueda acceder a estos espacios sin necesidad de coger un coche», aseguró Navarro.
El estudio del OMAU sobre los servicios disponibles en la ciudad pone también de manifiesto que la Rosaleda y la Prolongación de la Alameda son las zonas de Málaga con menos zonas verdes por habitante, no llegando a los dos metros cuadrados. Navarro reconoció que es difícil conseguir espacios «porque es ciudad consolidada y es difícil tener una zona libre para un parque». En este sentido, la edil de Medio Ambiente recordó que el esfuerzo de su área está en dotar a estos espacios de juegos infantiles que también permitan el esparcimiento de los ciudadanos: «Estamos construyendo cinco parques infantiles, de los que dos están ya terminados, y cuatro parques caninos, con dos listos».
Las cifras de zonas verdes disponibles tendrán un empujón a lo largo de este año, cuando se termine la remodelación del parque de Las Virreinas, que se reabrirá a finales de este año.
La concejala de Medio Ambiente reconoció que este parque estaba en muy malas condiciones por el vandalismo y los botellones que se organizan de forma periódica en su espacio. Por ello, han acometido un proyecto de sustitución de árboles que estaban secos, la plantación de especies que necesitan poca agua para sobrevivir y así ahorrar en riego y la mejora del mobiliario urbano y los caminos.
La reapertura de este parque periurbano dotará a la ciudad de 350.000 metros cuadrados de zona verde, que se recuperarán tras años de escaso uso.
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