El futuro del metro está cada vez menos claro. Al debate sobre si debe discurrir en superficie o bajo tierra en la Alameda, ayer se le unió un elemento más de confrontación entre el Ayuntamiento de Málaga y la Consejería de Fomento: la financiación de la obra.
La Consejería dio un paso más en el debate sobre el trazado por el Centro. Argumenta que en superficie es más barato y reduce la factura anual que tendrán que abonar la Junta y el Ayuntamiento para mantener esta infraestructura.
Una avalancha de cifras centró ayer la Comisión de seguimiento de las obras del metro, en la que el viceconsejero de Fomento, José Antonio García Cebrián, presentó un panorama financiero preocupante al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. No sólo porque le recordó que el Ayuntamiento de Málaga debe abonar el 25% de los costes de explotación, sino porque también le ha reclamado este mismo porcentaje que le corresponde de las obras. En total la factura en la mesa del Ayuntamiento asciende a 63,62 millones de euros si la última parte del metro se construye en superficie; o alcanzaría los 80 millones si se opta por el túnel. Además habría que sumar los 14,2 millones de euros anuales que corresponderían al Ayuntamiento de los gastos de explotación del metro si sólo se pone en marcha hasta el Guadalmedina.
Lo apabullante de las cifras quería reforzar la postura de la Consejería de Fomento, que reconoce que construir el metro en superficie es una decisión política, pero que permitiría reducir de forma sensible la factura del metro. Al menos, en lo que corresponde al Ayuntamiento, la rebaja sería de 17 millones de euros en obras y una parte sustancial del coste anual.
Uno de los aspectos que se trató ayer es el gasto anual del metro para la Junta y el Ayuntamiento. Los cálculos de la Consejería de Fomento estiman que abrir hasta el Guadalmedina supondrá un desembolso de 57 millones de euros al año para las administraciones. Llegar a La Malagueta reduciría esta factura a 47 millones de euros. De hecho, el viceconsejero de Fomento, reforzando su argumento a favor del metro en superficie, insiste en que el túnel hasta La Malagueta no estaría hasta 2020 y los cinco años de retraso respecto a la infraestructura en superficie representarían un sobrecoste de 50 millones de euros a pagar entre la Junta y el Ayuntamiento y que se sumarían al desembolso previsto de los costes de explotación.
Para complicar aún más las cuentas, la Junta ha vuelto a reclamar al Ayuntamiento que abone el 25% que le corresponde de la obra. Esta exigencia tiene dos vertientes. Por un lado están los 32,31 millones que le pide por las obras ya hechas de las líneas 1 y 2, que el Ayuntamiento se niega a pagar. El alcalde recuerda que llegó a un acuerdo con la anterior consejera de Fomento, Josefina Cruz (PSOE), para compensar esta aportación con obras de movilidad, como en Sevilla. El viceconsejero insiste en que se debe justificar su ejecución e insiste en que sean «sostenibles».
La otra vertiente es nueva. Corresponde a los tres tramos rescatados de la concesión en 2008 y asumidos por la Junta de Andalucía para reducir los sobrecostes de la concesionaria. Calcula que la aportación del Ayuntamiento oscilará entre los 31,3 y los 48,5 millones de euros, dependiendo de si se hace el último tramo en superficie o bajo tierra.
Cuatro reuniones en marzo y abril permitirán profundizar en este tema y en el diseño de la EMT para que sea compatible con el metro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario