La crisis actúa como un ciclón que está provocando el cierre de miles de pequeños comercios, que no son capaces de soportar el tremendo vendaval. Los que aguantan, además, no ven la luz al final de un túnel que está resultando larguísimo. Desde el año 2008, según los cálculos de la Federación del Comercio de Málaga (Fecoma), han podido cerrar más de 10.000 tiendas, un 32% del total. En la provincia existen en la actualidad unos 26.000 pequeños y medianos negocios que subsisten a duras penas, haciendo frente a una caída de las ventas estrepitosa y que, por ejemplo, se ha manifestado en un descenso de la facturación superior al 30% en este periodo de rebajas, que está a punto de finalizar.
Históricamente la provincia de Málaga contaba con más de 31.000 tiendas, 5.000 más que en la actualidad. El secretario general de Fecoma, Juan Vallejo, explica que si bien en estos últimos cinco años han sido dramáticos, la sangría se ha visto amortiguada, de alguna manera, con la apertura de nuevas empresas, «aunque la mayoría también ha tenido que echar el cierre», se lamenta. El índice de mortalidad empresarial en estas circunstancias es también muy elevado.
Históricamente la provincia de Málaga contaba con más de 31.000 tiendas, 5.000 más que en la actualidad. El secretario general de Fecoma, Juan Vallejo, explica que si bien en estos últimos cinco años han sido dramáticos, la sangría se ha visto amortiguada, de alguna manera, con la apertura de nuevas empresas, «aunque la mayoría también ha tenido que echar el cierre», se lamenta. El índice de mortalidad empresarial en estas circunstancias es también muy elevado.
«El comercio es un sector muy dinámico y muchas veces sirve de refugio de muchos autónomos que no saben qué otra cosa pueden hacer», señala Vallejo, que precisa que las actividades comerciales más perjudicadas por la crisis son las tradicionales: textil, calzado y complementos del hogar. Por el contrario, las menos afectadas serían las de alimentación, «porque tenemos que comer todos los días», y las nuevas tecnologías, según precisó el secretario general de Fecoma.
En este tiempo, el pequeño comercio ha dejado de emplear a más de 10.000 trabajadores en Málaga. En época de vacas gordas, los negocios tenían contratados a más de 45.000 empleados, mientras que en la actualidad son poco más de 35.000, según los datos que maneja Fecoma.
«En muchos casos hay que tener en cuenta que muchos comerciantes no tienen más remedio que aguantar contra viento y marea, porque si cierran su negocio no tienen otro sitio donde ir, pero la crisis se está haciendo muy cuesta arriba», asegura Vallejo.
Los comerciantes malagueños están en contra de la liberalización de horarios comerciales preconizada por el Gobierno central. Aseguran que tampoco ayuda al sector, que busca salidas innovadoras para intentar sobrevivir. Cada vez son más los comerciantes que tienen a disposición de los clientes una página web con la que poder vender online. «Y sobre todo los comerciantes más jóvenes, cada vez hacen más uso de las redes sociales y tienen página en Facebook y perfil en Twitter. En Fecoma les animamos porque pensamos que son herramientas útiles», asegura Juan Vallejo.
Sobre la liberalización de los horarios comerciales, Fecoma sostiene que se trata de una medida que favorece a las grandes superficies. Se establecen diez domingos y festivos de apertura al año. Vallejo recuerda que las tiendas pequeñas no tienen ningún tipo de limitación. «Ojalá esta propuesta fuera interesante, incluso para la creación de puestos de trabajo, pero cuando no abrimos ahora es porque hemos comprobado de sobra que no nos compensa», concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario