
La reunión, en la que estuvieron presentes también la concejala de Economía, María del Mar Martín Rojo, y los directores generales de Personal y de Hacienda, Carlos Gómez Cambronero y Rafael Sequeira, duró más de dos horas y en ella el alcalde, tras oír las quejas que rechazan los recortes salariales para los empleados públicos en el plan de ajuste, aceptó negociar para intentar modificar dicho plan.
El alcalde, según los sindicatos, dijo «estar abierto a cualquier negociación» y les pidió a los representantes sindicales que presentarán alternativas «lógicas y razonables» y que «las estudiaría».
Los representantes sindicales se reunirán mañana para concretar qué propuestas llevan a la mesa de negociación y para decidir si abandonan o no las protestas, al menos mientras negocian.
En este asunto no hay unanimidad sindical pues aunque todos acudirán a la negociación, unos se inclinan por aceptar la reclamación del alcalde de abandonar las protestas y otros, en cambio, consideran que estas son necesarias para obtener respuestas.
De lo que se decida dependerá si el Ayuntamiento podrá contar o no con los policías locales para los actos previstos la noche del miércoles con motivo de la celebración de Halloween. En principio, los sindicatos tienen programado no hacer horas extras en esa noche al igual que hicieron con la carrera urbana del domingo 14 de octubre.
Leves retoques. Sin concretar aún las medidas, los sindicatos reclamarán la eliminación de los recortes que afectan a una bajada en torno al 10% del pago de horas extras, de los pluses de nocturnidad, festivos, peligrosidad o penosidad, de la productividad en Feria y Semana Santa y de la paga de productividad, entre otros.
El alcalde, por su parte, señaló ayer que «si cabe ver alguna cuestión que se pueda levemente tocar, estaré abierto a ello y a buscar las mejores soluciones, aunque debe ser con rapidez», teniendo en cuenta que el presupuesto municipal de 2013 «está muy avanzado y que hay que cumplir un calendario».
Hizo hincapié en que el plan de ajuste económico conlleva «un esfuerzo de todos y afecta, por tanto, a todos, no sólo a una parte de los funcionarios, sino también a las empresas». «Es fruto de la moderación hacia los ciudadanos y el mensaje es en la dirección de la solidaridad desde el espacio municipal al resto de la ciudad».
Además de los recortes, «máxima movilidad». Además de los recortes en las horas extras, pluses y paga de productividad, los empleados municipales perderán la tolerancia horaria en Semana Santa, Feria y verano que le permitía salir antes en esas fechas; no habrá promoción interna más allá de las pactadas anteriormente con los sindicatos; se extremarán los controles en caso de ausencia por enfermedad; a partir del nivel 22 queda prohibido el cobro de horas extras y productividad.
Una de las medidas más llamativas es el establecimiento de la «máxima movilidad» del personal del Ayuntamiento, organismo y todas sus empresas «a fin de evitar las regulaciones de empleo y rescisiones de contratos», para gestionar eficientemente aprovechando al máximo los efectivos existentes».
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