Es una situación atípica en la historia de España: La
deseada independencia de muchos catalanes de la península, pero
las consecuencias no sólo desmarcarían Barcelona y Cataluña de
España sino que la arquitectura, la cultura, la ciudad estaría
desligada con leyes, estatutos propios... que en momentos claves y
decisitorios desvincularían y no dejarían tomar parte a España de
los asuntos propios de una parte de la península como es Cataluña.
De hecho a finales del año pasado pude visitar Barcelona, conocer su
cultura, su gastronomía y sobretodo su arquitectura. Me interese
mucho por la emblemática Sagrada Familia y toda la obra de Gaudí en
la ciudad y me empapé de un legado de todos. Ciudad impresionante
con rincones llenos de color y estilo barroco.
El Templo de la Sagrada Familia es cuánto menos impresionante, el 7 de noviembre del 2010 el Templo de la Sagrada Familia fue
solemnemente dedicado y declarado basílica católica por el santo padre
Benedicto XVI, y se convierte en lugar de culto para el mundo. Su origen
se remonta a 1881 con la compra de una parcela de terreno de 12.800 m[2]
entre las calles Marina, Provença, Sardenya y Mallorca después de que
la Fundación de la Associación Espiritual de Devotos de San José
promoviera la construcción de un templo expiatorio, o sea, construido a
través de donaciones, a la Sagrada Familia.
Y dentro de ella, metros arriba, obras y fachadas de las diferentes escenas de la vida de Jesús. La Fachada del Nacimiento, muy decorada y llena de vida, expresa el júbilo de toda la creación por el nacimiento de Jesús, y narra los hechos relevantes de la Sagrada Familia de Nazaret. La Fachada de la Pasión, algo más austera y simplificada, pretende reflejar el sufrimiento, pasión y muerte de Jesús durante la Crucifixión. La Fachada de la Gloria y puertas del Padrenuestro, aún por construir, que explicará el origen y el final de los humanos y los caminos que llevan a la Gloria. Es la Fachada principal, mucho más grande y monumental que el resto. El interior, que representa un enorme bosque de piedra, desde la propia reflexión del arquitecto, Antoni Gaudí (1852-1926), el mismo hace de este un espacio único donde la claridad del techo de la nave central, a 45 metros de altura, ilumina las filas de baldosas y hace brillar sus triángulos verdes y dorados. El espacio de plegaria, de silencio y reflexión. Las 18 torres, no todas construidas, en el centro estará Jesucristo, y a su alrededor, las cuatro torres que representan los cuatro evangelistas, la torre sola del ábside, coronada por una estrella representa a su madre, María, y las doce torres restantes que representarán a los doce apóstoles, testigos de sus palabras y gestos. Todas ellas, preparadas para una visión y sensación de elevación alrededor de la torre central, más alta y situada en medio del crucero que será dedicada a Jesucristo.
Desde el video en 3D difundido desde la misma sede de La Sagrada Familia puede verse la recreación de la basílica cuando esté acabada
En la actualidad se prosigue la construcción de la Basílica y así será hasta 2026. Emblema de Barcelona y símbolo artístico y espiritual de Cataluña, gracias a las aportaciones económicas y únicas de devotos, amigos y visitantes del mundo entero.
Es en 2002 cuando el Ayuntamiento de Barcelona impulsa el Año Internacional de Gaudí con motivo del 150º aniversario de su nacimiento, en memoria de una oferta cultural no solo presente en la basílica del autor sino en innumerables obras que decoran la ciudad como es el Parque Güell, indudable y característica obra del artista, porque no existe ni una línea recta y no se sabe muy bien dónde termina la acción del hombre y empieza la de la naturaleza. Destacan asimismo otras muchas, como son la Cripta de la Colonia Güel, preparada para ser una Sagrada Familia a pequeña escala y Patrimonio de la Humanidad; la Casa Milá o de la Pedrera, que refleja como debía ser una casa de principios del siglo XX; la Casa Batlló, donde la fachada representa la batalla de San Jorge (patrón de Cataluña) contra el dragón, muy colorista, te traslada al interior del mar; el Palacio Güel, en el que se puede ver una de las señas de identidad del artista, los elementos cerámicos troceados, espacio sorprendente, elegante y con soluciones muy creativas; la Torre Bellesguard o Casa Figueras, que rompe con la estética tipicamente gaudiniana e imita a un imponente castillo, con su contundente planta, sus ventanas alargadas y sus almenas y las farolas de la Plaza Real, primera obra de Gaudí en Barcelona, coronadas por el escudo de Mercurio y unos peculiares dragones.
Todo un sinfín de obras que hacen de Barcelona una ciudad con encanto. Por eso, la Sagrada Familia y Cataluña forman parte de la cultura de todos, única, excepcional y revolucionaria, aún hoy, siguiendo los modelos del conocido e ilustre arquitecto.
Y es que bajo el emblema de Gaudi:
"Vendrá gente de todo el mundo a ver lo que hacemos"
y bajo la actual situación del pueblo de Cataluña, son muchos los
catalanes que protestan en Barcelona contra la independencia con el
grito de: "Somos catalanes leales a la paria".
En una pacífica concentración y con el lema "Nosotros no
desconectamos", cerca de un centenar de personas, convocadas por
el Movimiento Cívico d'Espanya i Catalans, nos reunimos en Barcelona
contra la "desconexión" de Cataluña que rigen los
partidos independentistas.
Es
en la plaza de España donde pude ver e informar, en mi calidad de
periodista, que la mayoría de participantes portaban banderas
españolas y cantaban proclamas como "España unida, jamás será
vencida", junto a una pancarta con la palabra "indisoluble".
"Somos
barceloneses, catalanes y españoles leales a nuestra patria, que
sufrimos
la discriminación hispanófoba de una Generalitat de Cataluña
obsesionada en obligarnos a desconectar del
resto de España. Pero nosotros no desconectamos, ni nos dejaremos
desconectar", destacaba
la entidad al
grito de "no a la independencia".